ESE ALGO QUE FALTA EN TU VIDA, ERES TÚ MISMO
Estamos tan desconectados de nuestro interior, de nuestra verdadera esencia, de lo que somos en realidad, que llega un día, que aunque hayamos conseguido las metas externas que creímos querer en un pasado, conectamos con ese vacío interior, donde nos falta algo.
Ahí, entramos en lo que llamamos crisis o vacío existencial donde todo lo que hemos construido se tambalea por falta de sentido.
Cuando esto ocurre en ese momento de nuestra vida donde supuestamente está todo bien y en orden, es difícil de comprender por qué nos sentimos así. Por qué sentimos ese vacío interior y por qué sin motivo obvio nos invade la apatía y la tristeza.
En ese momento, ese algo que falta en tu vida, eres tú mismo.
DESCUBRIR AL PERSONAJE QUE HEMOS CONSTRUIDO
Como mecanismo de defensa, inconscientemente, durante la vida vamos guardando y reprimiendo partes de nosotros, que sentimos que no son aceptadas.
Desde niños, intentamos adaptarnos a las exigencias del entorno, a los que nos rodean para no sentirnos rechazados. Para sentirnos vistos, reconocidos y queridos y con los años vamos olvidado quién somos en realidad en toda nuestra esencia.
Hemos construido un personaje que nos protege del dolor y que encaja con lo que creemos que se espera de nosotros.
Un personaje que ni somos conscientes que existe porque nos identificamos con él.
Un personaje condicionado por el conjunto de creencias familiares y sociales que heredamos. Que se ha creído las etiquetas que un día le pusieron y nosotros mismos nos pusimos. Que se identifica con el parloteo de nuestra mente y por todos esos pensamientos automáticos que nos acompañan porque un día dimos como ciertos.
Esta máscara que tapa nuestra vulnerabilidad para no ser heridos, ser aceptados, sentirnos queridos o sentirnos diferentes y especiales, no solo nos protege. Sin querer también escondemos tras ella mucho de nuestro valor y potencial!
Esconde nuestra esencia, nuestra autenticidad, nos esconde a nosotros mismos.
Si gran parte de las decisiones que hemos tomado en la vida, lo ha hecho este personaje que hemos construido, y éste se aleja de lo que somos en realidad ¿Cómo no vamos a sentir este vacío interior?
Este vacío y crisis existencial, aunque no es nada agradable, nos empuja a mirarnos con más atención, a profundizar en nuestro interior y a darnos cuenta que no somos la máscara que llevamos puesta.
Que en realidad no nos conocemos.
La incomodidad, tristeza, desorientación y apatía que nos puede producir conectar con este vacío, es una gran oportunidad para evolucionar hacia lo que realmente somos y construir una vida más plena y con más sentido.
ENCONTRAR SENTIDO A LA VIDA
Para llenar el vacío es esencial tener algún propósito y motivación que salgan de nuestro corazón, nos conecten con la vida y emocionen.
Esta motivación y propósito, con los que conectamos interiormente y que nos emocionan, que están alineados con quién somos verdaderamente, son los que dan un sentido más profundo a nuestra vida.
Una motivación fuera de lo que nos han inculcado. De esa carrera seria, ese puesto de trabajo donde poder ascender, de ese reconocimiento, esa casa mejor, ese coche que nos puede quedar tan bien, esa pareja “ideal”, ese cuerpo de revista o esos placeres hedonistas con los que nos acribillan y a los que recurrimos para esconder la incomodidad real en la que vivimos.
Motivaciones banales, materiales, superficiales y pasajeras que una vez conseguidas quizá nos hacen la vida más cómoda o nos satisfacen por un corto periodo de tiempo, pero en realidad no llenan nuestro vacío ni dan sentido a nuestra vida, sólo satisfacen nuestro ego momentáneamente.
Y éste siempre quiere más.
¿Pero cómo encontrar esta motivación auténtica que le dé sentido a nuestra vida?
CONOCE QUIÉN ERES REALMENTE
Para encontrar ese propósito y esa motivación que den sentido a nuestra vida y llenen nuestro vacío, es esencial conocerse bien a uno mismo:
- Los valores que guían tu vida. Qué es eso que tanto valoras, eso tan importante para ti, que cuando no lo vives, te falta algo, decae tu energía y sientes que no estás siendo coherente contigo.
- Talentos innatos que tienes. Esas capacidades, habilidades y aptitudes en las que destacas sin esfuerzo, que dominas, que parece que fluyen solas y te salen con gracia de un modo natural.
- Deseos e inquietudes que te hacen vibrar. Aquello que quieres desde lo más profundo de ti, qué es lo que te gusta, con qué disfrutas, qué te atrae, qué te mantiene despierto y siempre quieres más.
- Necesidades emocionales. Eso básico que necesitas para estar tranquilo y sentirte bien, nutrido y cómodo.
Cuando sabemos quién somos realmente, sale a la luz el propósito y la motivación que llenan nuestro vacío existencial.
Encontrar el camino de vuelta a ti, lleva un tiempo, pero todo es empezar y la recompensa es grande.
Si quieres ganar un poquito de tiempo existen herramientas, técnicas y ejercicios de autoconocimiento muy buenos, prácticos y sencillos que nos pueden ayudar mucho a descubrir quién somos. Entra a mi Estudio Vocacional o a mis programas TFV (Tu Fórmula Vocacional).